Unos días después, a mediados de abril, coinciden por primera vez dos veladas pugilísticas en Barcelona. Por un lado, el Sporting Boxing Club organiza una reunión en su local social; por el otro, el AEP ofrece un cartel encabezado por José Ubach vs González. El SBC organiza además dos veladas de entrenamiento “a la americana” en julio y agosto en el Luna Park, además de una velada en el Teatro Popular –en diciembre– en la que hace su debut Vonna, otro de los púgiles más populares de los años siguientes. El Luna Park es también el escenario escogido para una reunión a base de combates de entrenamiento organizada en septiembre por el Boxing Club de Sans.
Como en temporadas anteriores, el verano supone una sucesión de hasta catorce combates de boxeo en el Parque de Barcelona, en la mayoría de los cuales toma parte Kamalof, que por lo general son agrupados por la prensa bajo el término genérico de “mojigangas”. Lo cierto es que aunque participan algunos púgiles solventes –como Hoche, Molero, Chueca o Frank Puig– también aparecen varios con menos garantías, como el francés Maugarde, los alemanes Muller y Schultz, el suizo Turner o Jim Arthur, entre otros.
Con todo, lo más significativo de este periodo son, sin duda, los campeonatos de España que la sección deportiva del Ateneo Enciclopédico Popular se lanza a organizar bajo la dirección de Ramón Larruy los jueves en el Iris Park, con un rigor similar al que desplegase unos meses atrás con el título de los pesos welter –correspondiente a los boxeadores desde 61’230 a 66’680 kg.– obtenido por Joaquín Valls. Y es precisamente esta misma categoría la primera en ser abordada, puesto que se considera que Valls, al haber fijado su residencia en París, ha dejado vacante el título, de manera que el AEP lo pone en juego en el combate entre Frank Puig y Ángel Munich, los dos welters mejor clasificados para disputárselo. “Interin no esté constituida
Así, el 8 de julio de 1920 Frank Puig, socio del Ateneo, vence a Ángel Munich, del Barcelona Boxing Club, por abandono en el octavo asalto de un combate pactado a 12 rounds de 2 minutos dirigido por Juan Casanovas, y es proclamado nuevo campeón de España del peso welter o “mediano ligero”, según la “escala española”.
Para la siguiente velada –a principios de agosto– se anuncia que otro socio del Ateneo, César Alaix, disputará con Luis Vallespín el título de España del peso gallo. Sin embargo, la lesión del segundo durante un entrenamiento hace que finalmente el combate se caiga del cartel, que pasa a estar encabezado por el enfrentamiento en que un pujante Pedro Sáez, del Sporting Boxing Club, vence por puntos a Agustín Mora.
En agosto Blind, socio del AEP, vence por k.o. al flojo Laurencie, mientras que Goñi bate a Pedro Valls, hermano del ex campeón de los welter. Y un mes más tarde, César Alaix vuelve a disputar un título de España, en esta ocasión correspondiente al peso pluma y frente a Ramón Miró (del AEP). El combate no llega a los 10 asaltos pactados porque Miró pone fuera de combate a Alaix en el segundo round y se proclama campeón de la categoría.
Frank Puig hará la primera defensa de su título del peso welter a mediados de octubre frente a Pedro Sáez. El pesaje oficial depara una sorpresa, sin embargo, ya que Puig no alcanza, por medio kilogramo, el peso de la categoría, por lo que la organización considera que el título no puede ponerse en juego. El combate se disputa, no obstante, y la clara victoria de Pedro Sáez, por abandono de Frank Puig en el quinto asalto, hace que desde ese momento Sáez sea considerado de forma unánime como el campeón de facto del peso welter, título que defiende en la siguiente velada del Ateneo al forzar al abandono a Andrés Goñi.
Finalmente, en la velada del 25 de noviembre se ponen en juego dos títulos. En el primero de ellos, César Alaix consigue finalmente ser proclamado campeón de España del peso gallo al batir por k.o. a Fernando Urtasun. En el segundo, Juan Molero pone también fuera de combate a Luis Muller y alcanza el título del peso pesado ligero. De esta reunión cabe además destacar el debut, con una victoria por k.o. sobre Vilanova, de Federico Zaldívar, que unos meses después será proclamado “campeón de España del peso ligero” en combate con Blind.
A mediados de noviembre, Joaquín Valls regresa a Barcelona después de varios meses de residencia en París, donde ha vencido por k.o. a Mavón, ha perdido a los puntos contra Marcel Thomas en dos combates, y ha vencido por descalificación al americano Eddie Moy. Su primer objetivo es recuperar el título nacional de los welter, y el combate con el campeón, Pedro Sáez, queda fijado para el 16 de diciembre en la primera de una serie de veladas que planea organizar el Barcelona Boxing Club. En un Frontón Condal repleto de público, Valls y Sáez se enfrentan en 12 asaltos con victoria final del primero –no compartida por buena parte de la afición–, que de esta manera vuelve a hacerse con el título de la categoría.
Aún alcanza el AEP a organizar una última velada en 1920, el día 23 de diciembre, en la que a falta de títulos en juego, el atractivo lo constituye la participación de tres periodistas deportivos. Los dos primeros, que responden a los sobrenombres de “Frank Tour” y “John Round”, de El Sport, no alcanzan a subir al ring por “un retortijón” –como califica el cronista de El Mundo Deportivo a su espantada–, pero la presencia de Ramón Larruy, fuertemente implicado en este deporte (incluyendo duras crónicas en El Mundo Deportivo), provoca que no pocos acudan al Iris Park para ver cómo le infligen un correctivo. Larruy es derrotado por Alaix a los puntos, en combate pactado a 8 asaltos.
Las reuniones del AEP han conseguido revitalizar el boxeo en Barcelona, y pronto aparecen nuevas entidades que aspiran a sacar partido de ello. En octubre se constituye la empresa Ring Catalán, que organiza una velada en el local denominado
Anderson, que deja de dirigir las veladas del Cómico, hace coincidir con la última un festival, también matinal, en la plaza de toros de Las Arenas, en el que el enfrentamiento entre Frank Puig y el alemán Otto Wernef encabeza un cartel con cinco combates.
En Madrid, 1920 no es un buen año para el boxeo. En febrero,
Después del “poco interesante campeonato de aficionados”, Crozier, Almela, Kamalof y otros púgiles “han concertado varios combates que han servido en general para aburrir a los espectadores. Como siempre que esto ha ocurrido, el interés ha ido decreciendo, y si el primer match –Crozier contra Kameloff- llevó numeroso público al Circo, los que le han seguido han ido viéndose de vez en otra más solitarios. Al último, ya cuatro amigos y los acomodadores”.
En noviembre, Almela empieza a impartir clases de boxeo en la sede de
Pero aunque Barcelona (y en mucho menor medida Madrid) concentran la mayor parte de la actividad boxística en España, no son los únicos centros en los que se practica este deporte, y de tanto en tanto comienzan a aparecer reseñas de encuentros que se celebran en otros lugares. Así, a mediados de agosto de 1920 tiene lugar en la plaza de toros de San Sebastián –con una entrada “bastante regular”– una reunión en la que intervienen ocho boxeadores extranjeros, casi todos franceses.
Otra vez encuentro una fantástica página tuya sobre boxeo. Enhorabuena. Por cierto, no consigo contactar con la nieta de Hilario Martínez, que o no responde a mis mensajes o no los recibe.
ResponderEliminarUn saludo.
Antonio Cardiel
Muchas gracias por tu comentario; lamento no poder serte más útil con la nieta de Hilario
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