DÉCADAS IRREPETIBLES

Al igual que mi otro blog dedicado al boxeo, este pretende recuperar la memoria de unos años irrepetibles, desde finales del XIX hasta los años 30 del siglo XX. En "Audaz y tanguista" se rinde homenaje a algunos de los bravos púgiles que protagonizaron este periodo, entre ellos a mi propio abuelo, verdadero germen de todo esto, Ángel Tejeiro. En este blog recupero la Historia con mayúsculas de unas décadas irrepetibles. Para ello he recurrido a las hemerotecas digitales disponibles: El Mundo Deportivo, La Vanguardia, ABC, La Jornada Deportiva, El País Vasco, Diario de Alicante, El Eco de Cartagena, El Noticiero Gaditano, El Porvenir, La Tierra y Madrid Sport. Salas como el Iris Park o el Olympia de Barcelona, nombres legendarios como Frank Hoche, Felix Pomés, Passapera, Ángel Munich, Barcino, Condor... Es un trabajo en construcción: aún estoy en ello, y animo a todos los que posean información interesante -y en especial imágenes originales- a que me ayuden en esta tarea. Y hechas las "confesiones", choquemos los guantes y vayamos al primer asalto.

sábado, 8 de enero de 2011

1921 La Federación Española de Deportes de Defensa (1)


A diferencia de las organizadas por el Ateneo Enciclopédico, las últimas veladas de 1920 en Barcelona no satisfacen a todos. En palabras del redactor de boxeo de El Mundo Deportivo que firma con el seudónimo de Time-Keeper:En el teatro Cómico siguen dándose una serie de bufas exhibiciones de boxeo a las cuales es lastimoso que cooperen los boxeadores que en serio boxean en otros sitios, y muy de lamentar que las entidades pugilistas presenten su apoyo con su nombre a tales comedias que en beneficio del boxeo dejaremos de reseñar, pues no queremos contribuir a que se se engañe al público con tales comedias haciéndolas pasar por tremebundos combates”.
De forma específica, se refiere el periodista de la siguiente manera a las dos matinales del domingo 9 de enero, en su artículo “El boxeo en peligro”:
Fueron el domingo pasado las dos sesiones matinales fiel reflejo de que el boxeo se acaba, pues mientras en Las Arenas algunos boxeadores cooperaron a la bufonada de este farandulero del sport que tanto daño viene causando al boxeo con sus lamentables combinaciones, pues no hay que olvidar que fue el director de las pantomimas del Parque y de la mamarrachada de la Paloma, en el Teatro Cómico dos boxeadores, de los que salen a menudo con Anderson, engañaron miserablemente al público y a los organizadores, trabajando como si para el señor Anderson se tratase, ya que su boxeo no pasó de una lamentable exhibición (…). De hoy en adelante, el Boxing y el A.E.P., que por el momento representan la seriedad pugilística, ínterin no haya una Federación que, como en Francia, prohiba este boxeo de barraca de feria, deben abstenerse de incluir en sus programas a los boxeadores que se prestan a las combinaciones y cooperan a la primera mamarrachada que les ofrece unas pesetas”.
Lo cierto es que en los últimos tiempos han aumentado las voces que reclaman una entidad que regule un deporte que se ha revelado de enorme interés para el público.
Hoy, en nuestro pequeño mundo pugilista sin una autoridad suprema, sin una federación, reina tanto desbarajuste y tan menuda ambición, que el organizar honradamente una velada es un calvario, porque empresarios y boxeadores, al unísono, solo miran su interés particular y no el del boxeo, que es de utilidad pública. No todos los organizadores sin lo suficientemente escrupulosos para no admitir en sus programas a boxeadores ya acomprometidos con otro, ni todos los boxeadores son lo suficiente sensatos para desechar el celestineo de los empresarios que, a sabiendas, les buscan cuando saben que están comprometidos por otro (…). Contra esta falta de discernimiento, contra esta ambición personal, que mataría al boxeo apenas nacido, debe alzarse la autoridad de una federación que vele por los intereses del noble arte”.
Última muestra de este lamentable estado, la velada organizada para el jueves 13 de enero por el Ateneo debe ser suspendida “por poca seriedad de algunos boxeadores”.
La necesidad de una federación es tan evidente que en diciembre de 1920 el redactor de El Mundo Deportivo, Sr. Bóveda, se traslada a Madrid para gestionar “cerca de las entidades deportivas de la Corte la formación de la Federación Española de Deportes de Defensa”. Sin embargo, la falta de acuerdo entre catalanes y madrileños propiciará un desencuentro del que surgirán dos comités regionales que funcionarán a modo de federaciones paralelas.
Así, en Barcelona, el viernes 14 de enero de 1921, convocados por el Ateneo Enciclopédico Popular, “se reunieron en su domicilio social los delegados de las entidades que practican los deportes útiles para la defensa individual, los cuales después de oír al señor Larruy, que interinamente presidía la reunión, al coronel don G. Pérez Acosta y a don Ricardo Esmandía, reconocido el móvil cultural y patriótico que había motivado la convocatoria, se acordó por unanimidad la constitución de la Federación Española de Deportes de Defensa, quedando nombrada para la Región Catalana el siguiente Comité Regional: presidente, don Ramón Larruy, del AEP; vicepresidente 1º don Lorenzo Ramonet, de la PVB; vicepresidente 2º don Benito Sesma del Sporting BC; secretario, don Ricardo Esmandía, del GBC; vicesecretario, don Emilio Pellicer de la AV del Ateneo Obrero de San Andrés; tesorero don G. Pérez Acosta, del Círculo Militar; contador, don José Vilanova, del Barcelona BC; vicecontador, don Vicente Huerta, de la Agrupación Atlética; vical 1º don José Bertín, del Tiro Nacional; vocal 2º don Vicente Peades, de “Sang Nova”; vocal 3º, don Juan Elías, del Boxing Club; vocal 4º, don Juan Mognes, del CBC; vocal asesor, don Juan Casanovas, por los árbitros. Reunidos ya en junta, acordaron nombrar Comités écnicos para la reglamentación del boxeo y la lucha grecorromana, así como también de los otros deportes que tengan en la Federación Española representación
Pocos días después, Bóveda informa desde Madrid que “es en la Sociedad Gimnástica Española donde mejor acogida ha tenido la idea de crear una Federación de deportes de defensa, lanzada felizmente por nuestro amigo señor Larruy (…). Hacía tiempo que trabajaban ya en este sentido y habían empezado la confección de reglamentos que felizmente son muy parecidos a los proyectados en Barcelona (…). Todos los días nos reunimos con el capitán de la Sección de Deportes de Defensa de la Sociedad Gimnástica, don José M. Gaucedo, encargado por la afición de Madrid para hacer los trabajos necesarios para la creación de la Federación, que aunque en Barcelona esté ya creada, no será obstáculo”.
Sí debe de serlo, pues aunque Bóveda continúa con sus gestiones en la corte hasta mediados de marzo, apenas dos semanas después de la constitución de la organización catalana, la prensa madrileña anuncia que “se han constituido en Madrid las Federaciones nacional y regional de boxeo y luchas, con la siguiente junta directiva: Presidente, D. Emilio Bautista; Secretario, D. Miguel Sancho; tesorero, D. Alberto Vivanco; contador, D. Julián Delgado; vocal de grecorromana, D. José María Gancedo; ídem de boxeo, don Antonio Arriga; ídem de lucha libre, D. Heliodoro Ruiz”.
El panorama en este ámbito resulta algo confuso durante unos meses. La organización catalana se ha constituido de hecho como Comité Regional, aunque pretende afianzar su preponderancia en todo el país, mientras que la organización madrileña se autodenomina Federación Nacional de Deportes de Defensa, y como tal comienza a organizar diversos encuentros.
En la ciudad condal, los clubes del Comité Regional deciden finalmente constituirse oficialmente en Federación Española de Deportes de Defensa en septiembre de ese mismo año. A finales de agosto, el comité había trasladado su domicilio desde el local del AEP hasta el del Barcelona Boxing Club, y es aquí donde, a instancias de Ramón Larruy, se reunen el día 9 de septiembre los delegados de los clubes para proponer una candidatura que, aprobada en otra reunión convocada una semana más tarde, supone la siguiente Junta Directiva: presidente, don Ignacio Amat; vicepresidente primero, don Lorenzo Ramonet; vicepresidente segundo, don José Vilanova; secretario, don Ramón Larruy; vicesecretario, don Vicente Huerta; contador, don Ameliano Gargalló; vicecontador, don Antonio Masip; tercero, don Gregorio Pérez Acosta; vocales, don Alfonso Tusell, don Manuel Cejuda, don Pedro Arcas, don Juan Cirera y don Juan Casanovas. “Como árbitros oficiales se nombraron a don Juan Casanovas, don Juan de la C. Duarte, don César M. Reyes y al profesor Tony Berton”.
El día 16 también queda constituido el Comité Regional de la Federación por los siguientes clubes: Barcelona Boxing Club, Sporting Boxing Club, Secció de Boxa del Centre Nacionalista Republicá del Clot, Agrupación Deportiva Cataluña Sporting Club, Agrupación Vida del Ateneo Obrero de San Andrés de Palomar, Agrupación Sportiva Cataluña Boxing Club, Pugilístic Club de Gracia, Colom Boxing Club, Agrupación Deportiva Punching-Ball Club y el Club Deportivo Urano. Como presidente del Comité es elegido don Ricardo Esmandía, y como secretario don Antonio Santasusagna.
La Federación, con todo, apenas alcanzará a regular el apetitoso panorama del boxeo, que en Barcelona supone una agenda llena de convocatorias: en tres meses se celebran 21 reuniones en 7 locales diferentes y organizadas por 6 entidades distintas y en diferentes días de la semana (miércoles, jueves, sábado, domingo…).
Así, apenas dos días después de la creación de la Federación –en enero de 1921– el Teatro Cómico vuelve a abrir sus puertas a las matinales de boxeo, aunque esta vez bajo la dirección de Larruy, mandatado por el Sporting Boxing Club. En la primera, Zaldívar, que pone k.o. a Warrior en apenas medio minuto, demuestra que “está colosal” y aspira a un puesto entre los grandes. Ese mismo mes, la Peña Ciclista Gracienca, en colaboración con el Club Ciclista Gavanenc, organiza en la pista de éste último un festival en homenaje a Salvador Armengol que incluye dos combates de boxeo. Un mes más tarde, Sáez y Cañizares ofrecen una exhibición en el descanso del partido de fútbol F.C. Barcelona – Tarrasa.
La sección deportiva del Ateneo Enciclopédico Popular, por su parte, continúa con sus veladas de los jueves en el Iris Park, aunque solo alcanza a organizar tres más. En la última se incluye el combate en el que Miró, campeón de España del peso pluma, se enfrenta al peso ligero Blind. Amonestado por el árbitro, Juan Casanovas, y amenazado con la descalificación, Miró abandona.
En la Bohemia Modernista, la revista El Sport organiza en febrero una velada en la que, al margen del combate en el que Pedro Sáez noquea en dos asaltos a Tomás Thomas, destaca el que por acuerdo de la Federación –que patrocina la reunión– los combates pasan a ser dirimidos por medio de tres jueces, “y no por un solo árbitro como se hacía antes”. Este mismo escenario es el escogido por el Barcelona Boxing Club para las veladas que comienza a organizar los jueves a partir de febrero. En la segunda de dichas reuniones, Federico Zaldívar y Blind se enfrentan por el título de España del peso ligero, alcanzando el primero la victoria por abandono de Blind en el quinto asalto.
Las matinales “de cabaret” del Teatro Apolo también experimentan un cambio cuando, en febrero, Frank Hoche se hace cargo de su dirección, aunque solo alcanzará a organizar dos reuniones: el sábado 12 de febrero, el propio Hoche vence al francés Rustán, mientras que el domingo, Ortíz (dado por “campeón de Cataluña”) se enfrenta al francés Chassegne (“campeón del Languedoc”). Pero aunque en marzo el polifacético Ramón Larruy releva al francés en la dirección de las veladas, Hoche continúa formando parte de los combates principales de las tres que se celebran durante ese mes.
También en marzo, el Iris Park vuelve a acoger a los boxeadores y a los aficionados de la mano del Sporting Boxing Club, en cuya velada Pedro Sáez vence por puntos a Ángel Artero en combate a diez asaltos. En el mismo local, Sáez retiene el título de campeón de España del peso welter –Joaquín Valls ha vuelto a Francia– al hacer nulo contra José Ubach.
Citaremos finalmente, dentro de este periodo, la reunión ya clásica de combates de entrenamiento “a la americana” que organiza en febrero el Pugilistic Club de Gracia.